Recuerdo que en una clase de Ética el profesor contaba de su experiencia como invitado a Japón, donde pudo comprobar que las tradiciones se mantienen vigentes pese a la industria tecnológica que es el envoltorio de esta nación asiática. Mientras recorría la capital del país, Tokio, junto a su anfitrión observó cómo la esposa de éste caminaba detrás en el más completo silencio, asintiendo sus comentarios. El viajero, sorprendido por la actitud, totalmente distinta a su relación con su propia pareja, hijas y nietas, sólo recurrió al viejo dicho "donde fueres haz lo que vieres" y tomó la actitud como una forma de expresión social al igual que descalzarse al entrar a una casa o no indicar con los palillos frente a otro comensal.
¿Esto se considera una falta de respeto hacia la mujer o un respeto de las costumbres?
Siempre nos dijeron en clase de la universidad que los antecedentes en las noticias son parte de la justificación y el punto de conflicto del presente, el hecho. Por tanto, en el caso de la religión, la historia es la razón que marca los acontecimientos: Moisés escapó con los israelitas abriendo las aguas hacia la tierra prometida y en busca de un salvador y líder militar, que al contrario de lo que pensaban fue un hombre revolucionario con las palabras y actos. Siglos más tarde, en 1947, al formar el estado de Israel, "una aceptada" tierra prometida, sus vecinos más cercanos le declaran la guerra y comienza nuevamente a revivirse la historia del viaje y la reivindicación, que tiene a un remozado líder que no puede cruzar el mar, porque se encuentra en coma y mientras tanto sus seguidores con la ayuda de un becerro de bronce, marca ACME, para retomar el camino.
En otro caso, de acuerdo al Corán no es posible representar a Alá o su magnífico representante Mahoma, porque su omnipresencia no admite forma, ni antes ni ahora. Por ellos vale la pena morir, luchar y enfrentarse a la globalización usando, en el caso de las mujeres una vestimenta que las cubre por completo, mientras que sus maridos oran hacia la Meca sea en Chañaral o las Islas Fiji y seguirán haciéndolo sus nietos, porque no forma parte de un patrón de conducta que deba cambiarse, sino una forma de apasionarse con lo divino.
Sin embargo, hace unas semanas el mundo islámico se estremeció con las caricaturas publicadas en el periódico danés Jyllands Posten, entre las cuales se exhibe el turbante del profeta convertido en una bomba y otro en el cual éste le indicaba a los fieles que terminaran con los ataques suicidas, porque ya no quedabas suficientes mujeres vírgenes, como recompensa, en el hogar celestial.
La ironía de los daneses no cayó en gracia a los seguidores de Alá alrededor del mundo, quienes atacaron las sedes diplomáticas del país nórdico. La prensa occidental consideró como esta actitud como exagerada, ¿Pero quien tiró la primera piedra? (en este caso aclaremos, porque los antecedentes de ataques terroristas e invasiones a Irak y Afganistán la discusión se torna más amplia, aunque ustedes pueden comentar lo que quieran).
Ahora en Medio Oriente se pagará 25 mil dólares a quien realice la mejor caricatura del Holocausto. Una falta de respeto, nuevamente se convertirá en un argumento para acrecentar la indiferencia entre una mitad del mundo y la otra.
¿Esto se considera una falta de respeto hacia la mujer o un respeto de las costumbres?
Siempre nos dijeron en clase de la universidad que los antecedentes en las noticias son parte de la justificación y el punto de conflicto del presente, el hecho. Por tanto, en el caso de la religión, la historia es la razón que marca los acontecimientos: Moisés escapó con los israelitas abriendo las aguas hacia la tierra prometida y en busca de un salvador y líder militar, que al contrario de lo que pensaban fue un hombre revolucionario con las palabras y actos. Siglos más tarde, en 1947, al formar el estado de Israel, "una aceptada" tierra prometida, sus vecinos más cercanos le declaran la guerra y comienza nuevamente a revivirse la historia del viaje y la reivindicación, que tiene a un remozado líder que no puede cruzar el mar, porque se encuentra en coma y mientras tanto sus seguidores con la ayuda de un becerro de bronce, marca ACME, para retomar el camino.
En otro caso, de acuerdo al Corán no es posible representar a Alá o su magnífico representante Mahoma, porque su omnipresencia no admite forma, ni antes ni ahora. Por ellos vale la pena morir, luchar y enfrentarse a la globalización usando, en el caso de las mujeres una vestimenta que las cubre por completo, mientras que sus maridos oran hacia la Meca sea en Chañaral o las Islas Fiji y seguirán haciéndolo sus nietos, porque no forma parte de un patrón de conducta que deba cambiarse, sino una forma de apasionarse con lo divino.
Sin embargo, hace unas semanas el mundo islámico se estremeció con las caricaturas publicadas en el periódico danés Jyllands Posten, entre las cuales se exhibe el turbante del profeta convertido en una bomba y otro en el cual éste le indicaba a los fieles que terminaran con los ataques suicidas, porque ya no quedabas suficientes mujeres vírgenes, como recompensa, en el hogar celestial.
La ironía de los daneses no cayó en gracia a los seguidores de Alá alrededor del mundo, quienes atacaron las sedes diplomáticas del país nórdico. La prensa occidental consideró como esta actitud como exagerada, ¿Pero quien tiró la primera piedra? (en este caso aclaremos, porque los antecedentes de ataques terroristas e invasiones a Irak y Afganistán la discusión se torna más amplia, aunque ustedes pueden comentar lo que quieran).
Ahora en Medio Oriente se pagará 25 mil dólares a quien realice la mejor caricatura del Holocausto. Una falta de respeto, nuevamente se convertirá en un argumento para acrecentar la indiferencia entre una mitad del mundo y la otra.
PD: Las imágenes se pueden encontrar en musicaymafalda.tripod.com.mx/musicaymafalda/ y home.nc.rr.com/tuco/looney/acme/
1 comentario:
Soy el PILA (de vida)... jajajajaja bo! membrilla mi correo es juanrodrigo_a@yahoo.es escríbeme y te mando mi MSN
Chau
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